VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Facebook; del desprecio de las masas a la «sabiduría de las multitudes»", En Revista Almiar – Nº 66 – 2012 – MARGEN CERO, Madrid, http://www.margencero.com/almiar/facebook-desprecio-masas/
Normalmente solemos favorecer la opinión de los expertos, pues consideramos que sólo una persona con experiencia y conocimientos es capaz de emitir juicios correctos en un área o materia en particular.
Sin embargo, hay evidencias de que las decisiones tomadas colectivamente por un grupo de personas suelen ser más atinadas que las decisiones tomadas sobre la base del conocimiento de un experto.
1.- Facebook como estado de “conciencia ambiental”.
Facebook es un estado de “conciencia ambiental”, una enorme manera de matar el tiempo (o perderlo, por supuesto), una maquinaria de conexiones, que responde a la lógica de la hipertextualidad, del hiperlink, de los motores de búsqueda esponsorizados y el posteo compulsivo. Un poderoso engranaje de la industria global que trafica con bases de datos, estadísticas, rainting televisivos, y perfiles psicologógicos, en un exhaustivo proceso de estratificación, que apunta sus esfuerzos –como cualquier consultora– a que el mercado se active y los negocios prosperen.
Aunque el proyecto fue concebido por Mark Zuckerberg, la cara real detrás de Facebook es Peter Thiel, inversor de capital de riesgo y filósofo futurista. Es también un vigoroso activista del neoconservadurismo. Se graduó en Filosofía en Stanford y es coautor del libro El mito de la diversidad, un ataque minucioso al multiculturalismo y al liberalismo.
El mentor filosófico de Thiel es René Girard2, de Stanford, quien propone la teoría de que el comportamiento humano funciona por deseo mimético. Girard alega que la gente es esencialmente borrega y se copia una a otra sin mucha reflexión. La teoría parece ser correcta en los mundos virtuales de Thiel: el objeto de deseo es irrelevante. Todo lo que se necesita saber es que los seres humanos tienden a moverse en manadas. De ahí las burbujas financieras. Y de ahí la enorme popularidad de Facebook.
Internet es muy seductor para Thiel porque promete un tipo de libertad en las relaciones humanas y en los negocios, libertad de las leyes de los países. Internet abre un mundo de expansión del libre mercado y laissez faire. A Thiel también le encantan los paraísos fiscales –como las Islas Caimán– donde esta el 40% del dinero del mundo.
Ahora, si se analiza bien la política de privacidad de Facebook es ambigua o prácticamente no existe. Facebook parece más un régimen totalitario virtual, ideológicamente motivado, con una población que crece unos dos millones de personas por semana y que ya ha superado los 65 millones. Thiel y sus socios han creado su propio país. Un país de consumidores.
Facebook ha devenido un experimento genial a la vez que 'maquinal', una república virtual global, donde nuestras relaciones y amigos son convertidos en bienes que se venden a las grandes marcas globales. En Facebook nuestras vidas son un libro abierto, donde nuestros datos son objeto de una transa bursátil.
2.- La desconcertante sabiduría de las multitudes o la Teoría de los Enjambres.
A comienzos del 2000 ya vivimos el desarrollo de las redes descentralizadas versus el paradigma del control jerárquico. Ahora el ciberespacio se ha hecho denso; se ha impuesto la “sabiduría de las multitudes”3 y el “periodismo ciudadano” de los blogs. Esto podría alentar la idea que la Web acabará convirtiéndose en un sistema nervioso global, un cerebro en el que cada internauta constituye una neurona y que acabará generando algún tipo de inteligencia colectiva que produzca pensamientos e ideas por encima de las capacidades de cada una de sus pequeñas partes. Este enfoque de la inteligencia recuerda al descrito por Philip K. Dick4 SIVAINVI [Sistema de Vasta Inteligencia Viva] que, de algún modo, se define como la suma de muchas inteligencias individuales, subalternas, ocultas, fundidas en una sola, única y ¿despersonalizada? inteligencia colectiva; inteligencia que, pese a todo, se define entre las redes de la telaraña —y fuera de ellas también— como la nueva panacea del conocimiento. Cabría entonces cuestionarse qué es, cómo funciona, por qué —como las sirenas— atrae —y atrapa— a los navegantes entre los procelosos hilos de la web5.
La inteligencia colectiva —siempre dentro de contextos globalizados— requiere, para su constitución, de la interactividad, del diálogo al interior de la web. Diálogo que tiende a favorecer nuevos modelos discursivos accesibles a todos, cuyas expresiones —siempre de carácter público— se deslizan a través de las autopistas de la información en busca de participaciones colaborativas en un espacio mutante y deslocalizado conocido como la Web 2.0.
La hiper-conectividad y el ciberespacio habremos de entenderla como una realidad simulada, un “no-lugar”, que opera como una red de tránsito de información, donde desarrollamos nuestras interacciones comunicativas mediáticas, en el paroxismo de las nuevas redes sociales, y el desarrollo de nuevas formas de ciber-subjetividad. Donde vemos que conceptos como el de ciudadanía, intimidad y lugar (no-lugar) se redefinen en este nuevo entorno de poderes anónimos, imperios tecnofinancieros implacables e implosiones sociales.
El término Web 2.0 nació a mediados de 2004 y se popularizó a partir de sus aplicaciones más representativas, Wikipedia, YouTube, Flickr, WordPress, Blogger, MySpace, Facebook, OhMyNews, y de la sobreoferta de cientos de herramientas intentando captar usuarios– generadores de contenidos.
Según O’Reilly6, principal promotor de la noción de Web 2.0, los principios constitutivos de ésta son siete: la World Wide Web como plataforma de trabajo, el fortalecimiento de la inteligencia colectiva, la gestión de las bases de datos como competencia básica, el fin del ciclo de las actualizaciones de versiones del software, los modelos de programación ligera junto a la búsqueda de la simplicidad, el software no limitado a un solo dispositivo y las experiencias enriquecedoras de los usuarios.
Así se potencian los efectos de red conducidos por una "arquitectura de participación"; innovación y desarrolladores independientes; pequeños modelos de negocio capaces de sindicar servicios y contenidos. Como Web 2.0 pueden entenderse entonces "todas aquellas utilidades y servicios de Internet que se sustentan en una base de datos, la cual puede ser modificada por los usuarios del servicio, ya sea en su contenido (añadiendo, cambiando o borrando información o asociando datos a la información existente), bien en la forma de presentarlos, o en contenido y forma simultáneamente."7-
Asumida la revolución de los sistemas de publicación de contenidos como weblogs y wikis, en la web 2.0 la atención se desplaza desde la información hacía la metainformación. La cantidad de datos generados empieza a ser de tal volumen que no sirven para nada si no vienen acompañados de otros que les asignen jerarquía y significado. La estrategía de dotar a los usuarios de instrumentos para clasificar la información colectivamente se ha definido como folksonomía, y su implementación más popular son los tags o etiquetas. Si los blogs democratizaron la publicación de contenidos, las folksonomías están democratizando la arquitectura de la información. Los usuarios de Flickr, por ejemplo, no sólo comparten sus fotografías a través del servicio, sino que al asignarles múltiples etiquetas con las que asocian significado a las imágenes, construyen una gran estructura semántica de imágenes que se puede recorrer en todas las direcciones. En el servicio de “bookmarks” social del.icio.us, los usuarios etiquetan con diferentes conceptos los enlaces de interés que encuentran en la Red, generando así una clasificación temática muy precisa del crecimiento diario de la Web. La comunidad de del.icio.us está llevando a cabo el simulacro más eficaz del viejo sueño de la Web Semántica, una Web que se entienda a sí misma.
La sabiduría de las multitudes8 es otra forma para llamar a la entrada en escena de las masas –ahora en el ciberespacio–. A este respecto James Surowiecki señala que “los grupos funcionan mejor que las individualidades si y sólo si se cumplen cuatro condiciones: diversidad de opiniones, descentralización, independencia y mecanismos de agregación de la multitud; bajo dichas circunstancias, cada individuo aporta y valora una parte de la información para, junto al resto de los individuos, alcanzar un veredicto colectivo”.9 Pese a ello, está aún por demostrarse que la inteligencia colectiva promovida por los teóricos del enjambre —suma de muchas inteligencias— sea más efectiva que las élites reducidas.
Surowiecki inicia su argumento con una anécdota del científico británico Francis Galton. En 1906, durante una feria ganadera, Galton se propuso averiguar hasta qué punto podría un grupo de 787 personas determinar el peso exacto de un buey. Cuando el peso del buey fue revelado -543 kilogramos-, resultó que la estimación promedio de la multitud había sido, asombrosamente 542,5 kilogramos.
En su momento, el libro de Surowiecki se convirtió en un bestseller y el concepto -la sabiduría de las multitudes ( The wisdom of crowds , en inglés)- se popularizó en el mundo corporativo. De hecho, la operación de sitios como Yahoo, Google, MySpace y Netflix está basada en esta suerte de colectivismo online y recientemente Netflix, la empresa líder en alquiler de películas, convocó a un certamen internacional apelando a la "sabiduría de las multitudes" para perfeccionar su sistema de recomendaciones.
Por seductora que resulte la apuesta a la superior inteligencia de las multitudes, no sería mala idea detenerse en la advertencia de Charles MacKay10 en su famoso libro –Delirios extraordinariamente populares y la locura de las multitudes– donde se cuestiona ¿por qué individuos habitualmente sensatos e inteligentes se convierten en masas idiotas cuando actúan colectivamente? "La gente, es sabido, piensa en manadas; se verá que también enloquece en manadas y sólo recobra la cordura lentamente, uno por uno".11
Facebook ha permitido la entrada en escena de las masas, aunque no fue el primero en horizontalizar la red. Existen otras redes sociales en Internet como HI5 y Myspace que partieron antes, o fenómenos puntuales como Orkut que en Brasil e India es más popular que Facebook. El fenómeno Facebook puede ser explicado por su simplicidad, efectividad y oportunismo. Llegó en le momento preciso ofreciendo lo adecuado para el usuario común y de manera fácil. Eso es lo que lo ha hecho tener tanto éxito en nuestros países. La gente abrumada con el mensaje elitista que afirmaba que la única manera de participar en la web estaba en los blogs, es decir, en escribir hoy ve en Facebook su oportunidad ya que se simplificó el esquema con funciones prediseñadas. Facebook facilita la interacción y la presencia telemática, sin embargo como tecnología de la información cada vez se encuentra más relacionada con asuntos “inútiles” o con la mera entretención más que con información relevante.
Facebook es una red dentro de la red que cada vez se hace más grande y poderosa; las posibilidades de intercambio de información posiblemente no tengan límites. Tampoco hay límite para las aplicaciones añadidas al sistema: Guerras de vampiros, hombres lobo, zombies, etc. Algunas tan “atractivas” que se tornan adictivas.
Hay un flujo constante de información reclamando nuestra atención, también, invitaciones que exigen una respuesta. Así casi sin notarlo nuestra cuenta comienza a saturarse de estas aplicaciones que vienen a ser una extensión del ocio que no permite distinguir las invitaciones a aplicaciones verdaderamente útiles y relevantes.
Leer Artículo Completo:
VÁSQUEZ
ROCCA, Adolfo, "FACEBOOK;
DEL DESPRECIO DE LAS MASAS A LA «SABIDURÍA DE LAS MULTITUDES»",
En Revista Almiar – Nº 66 – 2012 – MARGEN CERO, Madrid,
http://www.margencero.com/almiar/facebook-desprecio-masas/
Edición
bilingüe french-spanish
Dr.
Adolfo Vásquez Rocca
ANTIPODES,
Nº 202 – 2014, Dossier réseaux sociaux - ITECO, Bruselas,
Bélgica.
– Centre
de formation pour le développement et la solidarité internationale.
– Centre
européen education et coopération au développement, action sociale
et interculturelle
VÁSQUEZ
ROCCA, Adolfo, “Facebook: du mépris envers les masses à la«sagesse des foules»”, Antipodes Les ONG sur le terrain des
réseaux sociaux
Je
t’invite, tu m’acceptes, (N° 202) - Centre de formation pour le
développement et la solidarité internationale.
Le
phénomène Facebook peut être expliqué par sa simplicité, son
effectivité et son opportunisme, par
Adolfo
Vásquez Rocca
Nous
avons l’habitude de promouvoir l’opinion des experts, puisque
normalement nous considérons que seule une personne ayant de
l’expérience et des connaissances est capable d’émettre des
jugements adéquats dans un domaine ou une matière en particulier.
Cependant,
il y a des études montrant que les décisions collectives sont
souvent plus efficaces que celles prises sur base des connaissances
d’un seul expert.
-
Facebook comme état de «conscience environnementale»
Facebook
est un état de « conscience environnementale », un moyen
de tuer le temps (ou de le perdre, naturellement), un réseau de
connexions qui répond à la logique de l’hypertextualité, de
l’hyperlien, des moteurs de recherche sponsorisés et du
« postage » compulsif. Un engrenage puissant de
l’industrie globale qui trafique des bases de données,
statistiques, rating télévisuels et profils psychologiques,
dans un processus exhaustif de stratification, cherchant à tout prix
- comme n’importe quel consultant - que le business tourne.
Bien
que le projet ait été conçu par Mark Zuckerberg, le véritable
visage derrière Facebook est celui de Peter Thiel, investisseur de
capital à risque et philosophe futuriste. Il est aussi un activiste
vigoureux du néo conservatisme. Il a obtenu son diplôme de
philosophie à Stanford et il est coauteur du livre Le mythe de la
diversité, attaque minutieuse contre le multiculturalisme et le
libéralisme.
Le
mentor philosophique de Thiel est René Girard1,
de Stanford, qui propose une théorie selon laquelle le comportement
humain fonctionne par désir mimétique. Girard prétend que les gens
se comportent essentiellement en « moutons » et copient
les autres sans réfléchir. La théorie semble être correcte dans
les mondes virtuels de Thiel : l’objet de désir est
insignifiant. Tout ce qu’il importe de savoir est que les êtres
humains ont tendance à se mettre en troupeaux. Ce qui explique les
bulles financières, ainsi que l’énorme popularité de Facebook.
Pour
Thiel, internet est très séduisant car il promet un type de liberté
dans les relations humaines et les affaires, et une liberté des lois
dans les pays. Internet ouvre un monde d’expansion du libre marché
et du laisser faire. Thiel adore également les paradis fiscaux -
comme les Îles Cayman - où se trouve 40 % de l’argent du
monde.
Toutefois,
si on analyse bien la politique de confidentialité de Facebook, on
se rend compte qu’elle est ambiguë, voire même pratiquement
inexistante. Facebook semble plutôt constituer un régime
totalitaire virtuel, idéologiquement motivé, avec une population
qui croît d’environ deux millions de personnes par semaine et qui
a déjà surpassé les soixante-cinq millions. Thiel et ses
partenaires ont créé leur propre pays. Un pays de consommateurs.
Facebook
est devenu une expérience exceptionnelle, à la fois « machinale »
et virtuelle globale, où nos relations et amitiés sont devenues des
biens qui se vendent aux grandes marques globales. Sur Facebook, nos
vies sont un livre ouvert, où nos données sont l’objet d’une
transaction financière.
-
La sagesse déconcertante des foules ou la théorie des essaims
Au
début des années 2000, nous assistions déjà au développement des
réseaux décentralisés contre le paradigme du contrôle
hiérarchique. Maintenant, le cyberspace est devenu dense ; le
concept d’une sagesse
des foules
s’est imposé, ainsi que le « journalisme citadin » des
blogs. Cela pourrait encourager l’idée que le web finira par se
transformer en un système nerveux global, un cerveau dans lequel
chaque internaute constitue un neurone, et par générer une sorte
d’intelligence collective produisant des pensées et des idées
au-dessus des capacités de chacun de ses petits constituants. Cette
vision de l’intelligence rappelle celle qui a été décrite par
Philip K. Dick, « Sivaini » [le Système de vaste
intelligence vivante] qui, d’une certaine manière, se définit
comme la somme de plusieurs intelligences individuelles, subalternes,
occultes, fondues en une seule et unique intelligence collective
(dépersonnalisée ?) ; intelligence qui, malgré tout, est
définie entre les réseaux du web - et également en dehors de
ceux-ci - comme la nouvelle panacée de la connaissance. Il
conviendrait dès lors de se demander ce que c’est, comment cela
fonctionne, et pourquoi - comme les sirènes - cela attire et attrape
les navigateurs entre les fils tourmentés du web2.
L’intelligence
collective - toujours à l’intérieur de contextes globalisés -
requiert, pour sa constitution, de l’interactivité et du dialogue
au sein du web. Ce dialogue tend à favoriser les nouveaux modèles
discursifs accessibles à tous, dont les expressions - toujours à
caractère public - se glissent à travers les voies de
l’information, à la recherche de participations collaboratives
dans un espace mutant et délocalisé connu comme le web 2.0.
Nous
devons comprendre l’hyper-connectivité et le cyberespace comme une
réalité simulée, un « non-lieu », qui agit comme un
réseau de transmission d’information, où nous développons nos
interactions communicatives médiatiques dans le paroxysme des
nouveaux réseaux sociaux et le développement de nouvelles formes de
cyber-subjectivité ; et où nous voyons que des concepts comme
celui de citoyenneté, intimité et lieu (non-lieu) sont redéfinis
dans ce nouvel environnement de pouvoirs anonymes, d’empires
techno-financiers implacables et d’implosions sociales.
Le
terme web 2.0 est né en 2004, et a été popularisé à partir de
ses applications les plus représentatives (Wikipedia, Youtube,
Flickr, Wordpress, Blogger, Myspace, Facebook, Ohmynews), ainsi que
de la suroffre de centaines d’outils, en essayant d’attirer les
utilisateurs - générateurs de contenus.
Selon
O’Reilly3,
principal promoteur de la notion du web 2.0, celle-ci contient sept
principes constitutifs : le World Wide Web comme plateforme de
travail, le renforcement de l’intelligence collective, la gestion
des bases de données comme compétence de base, la fin du cycle des
actualisations des versions du logiciel, les modèles de
programmation légère allant de pair avec la recherche de la
facilité, le logiciel non limité à un seul dispositif et les
expériences enrichissantes des utilisateurs.
C’est
ainsi que se renforcent les effets de réseau conduits par une
« architecture de participation », une innovation et des
développeurs indépendants, ainsi que les petits modèles d’affaires
capables de syndiquer des services et contenus. Sous le concept de
web 2.0 peuvent se regrouper alors «toutes ces utilités et services
Internet qui se nourrissent dans une base de données, qui peut être
modifiée par les utilisateurs du service, que ce soit dans son
contenu (en ajoutant, en changeant ou en biffant une information ou
en associant des données à l’information existante), ou dans la
façon de le présenter»4.
Une
fois la révolution des systèmes de publication de contenus assumée
comme avec weblogs et wikis, dans le web 2.0, l’attention se
déplace depuis l’information jusqu’à la méta information. La
quantité de données générées commence à se faire si dense
qu’elles ne servent plus à rien si elles ne sont pas accompagnées
par d’autres qui leur assignent une hiérarchie et un signifié. La
stratégie de doter les utilisateurs d’outils pour classer
l’information collectivement a été définie comme folksonomie,
dont l’implémentation la plus populaire sont les tags ou
étiquettes. Si les blogs ont démocratisé la publication de
contenus, les folksonomies démocratisent l’architecture de
l’information. Les utilisateurs de Flickr, par exemple, ne
partagent pas seulement leurs photos à travers le service :
après leur avoir assigné des étiquettes multiples avec lesquelles
ils associent un signifié aux images, ils construisent une grande
structure sémantique d’images qui peut être parcourue dans tous
les sens. Dans le service de « bookmarks » Del.icio.us
social, les utilisateurs étiquètent grâce à différents concepts
les liens intéressants qu’ils trouvent dans le réseau, générant
ainsi une classification thématique très précise de la croissance
quotidienne du web. La communauté de Del.icio.us est en train de
mettre en œuvre le simulacre le plus efficace du vieux rêve du
« web sémantique », un web qui puisse soi-même se
comprendre.
La
sagesse des foules est une autre manière d’appeler les masses à
entrer en scène, maintenant dans le cyberspace. À ce sujet, James
Surowiecki remarque que « les groupes fonctionnent mieux que
les individualités si et seulement si quatre conditions
s’accomplissent : une diversité d’opinions, de
décentralisation, d’indépendance et des mécanismes d’addition
de la multitude ; sous les dites circonstances, chaque individu
apporte et évalue une partie de l’information pour, auprès du
reste des individus, atteindre un verdict collectif ». Malgré
cela, il reste encore à démontrer que l’intelligence collective
promue par les théoriciens de l’essaim - somme de beaucoup
d’intelligences - est plus effective que celle des élites
réduites.
Surowiecki
débute son argument avec une anecdote du scientifique britannique
Francis Galton. En 1906, lors d’une foire agricole, Galton s’est
proposé de vérifier jusqu’à quel point un groupe de 787
personnes pourrait déterminer le poids exact d’un bœuf. Quand le
poids du bœuf a été révélé -543 kilogrammes-, il en est
ressorti que l’estimation de la multitude avait été de 542,5
kilogrammes.
Le
livre de Surowiecki s’est transformé en best-seller et le concept
de « la sagesse des foules » (The wisdom of crowds, en
anglais) s’est popularisé dans le monde corporatif. De fait,
l’opération de lieux comme Yahoo, Google, Myspace et Netflix est
basée sur cette opportunité de collectivisme en ligne et,
récemment, Netflix, l’entreprise leader pour la location de films,
a fait appel à un concours international ayant recours à cette
« sagesse des foules » pour perfectionner son système de
recommandations.
Aussi
attirant que le pari d’une intelligence supérieure des foules
puisse résulter, il est intéressant de considérer l’avertissement
de Charles MacKay, dans son fameux livre Les délires collectifs
extraordinaires et la folie des foules, où l’auteur se pose la
question suivante : pourquoi donc des individus d’habitude
sensés et intelligents se transforment-ils en masses idiotes quand
ils agissent collectivement ? « Les gens, on le sait,
pensent en troupeaux ; on peut également voir qu’ils
deviennent fous en troupeaux et récupèrent seulement la sagesse
lentement, un à un ».
Facebook
a permis l’entrée en scène des masses, bien qu’il n’ait pas
été le premier à horizontaliser le réseau. D’autres réseaux
sociaux existent sur internet comme HI5 et Myspace qui sont arrivés
avant, ou des phénomènes ponctuels comme Orkut qui sont plus
populaires que Facebook dans certains pays comme l’Inde ou le
Brésil. Le phénomène Facebook peut être expliqué par sa
simplicité, son effectivité et son opportunisme. Il est arrivé au
bon moment en offrant ce qui est approprié à l’utilisateur commun
et d’une manière facile, expliquant son incroyable succès dans
nos pays. Les gens qui affirmaient que la seule manière de
participer au web était grâce aux blogs, c’est-à-dire dans ce
qu’est écrire aujourd’hui, voient en Facebook leur opportunité
d’écriture, puisque le schéma a été simplifié avec des
fonctions préétablies. Facebook facilite l’interaction et la
présence télématique ; cependant, en tant que technologie de
l’information, elle se trouve chaque fois davantage liée aux
sujets inutiles ou au simple passe-temps, plus qu’à l’information
importante.
Facebook
est un réseau à l’intérieur du réseau qui devient chaque fois
plus grand et puissant ; les possibilités d’échange
d’information sont illimitées. Il n’y a pas non plus de limite
pour les applications ajoutées au système : les guerres de
vampires, les loups-garous, zombies, etc. Certaines sont si
« attirantes » qu’elles causent une dépendance.
Il
y a un flux constant d’information réclamant notre attention,
ainsi que des invitations qui exigent une réponse. Ainsi, sans que
nous le remarquions, notre compte commence à être saturé à cause
de ces applications qui sont une extension de l’oisiveté, ne
permettant pas de distinguer les invitations aux applications
réellement utiles.
Cet
article, jusque là inédit, publié partiellement dans Manuscrits de
Blog – Cabinet de Travail – de l’auteur, a été écrit pendant
le printemps 2010 ; récemment inclus dans une section
anthologique de la Revue Almia, Margen cero, de Madrid:
Vásquez Rocca, Adolfo, «Facebook; del desprecio de las masas a la «sabiduría de las multitudes», dans Revista Almiar – nº 66, – 2012 – Margen cero, Madrid.
Vásquez Rocca, Adolfo, «Facebook; del desprecio de las masas a la «sabiduría de las multitudes», dans Revista Almiar – nº 66, – 2012 – Margen cero, Madrid.
Traduction
de l’espagnol de Daniel de la Fuente
[1]
René Girard (Avignon, 1923) : À plus de quatre-vingt-quatre
ans, il est considéré comme le plus grand anthropologue vivant,
proche de ce qu’était Lévi-Strauss. Remarquable par sa théorie
de la mimésis, qui a premièrement surgi pour analyser les œuvres
littéraires dans lesquelles se montrent les relations
interpersonnelles mimétiques. Par la suite, elle a été appliquée
à l’analyse de la violence dans les sociétés primitives qui
reposent sur le sacré ; et par extension, à la violence dans
les sociétés contemporaines.
[2]
Idalia Rivera, Mario Toache, « La desconcertante sabiduría de
las multitudes : De la teoría de los enjambres a la teoría de
los borregos y otras cosas parecidas », RECA, 4 (2012), UNAM.
[3] Le
terme web 2.0 a été utilisé par Tim O’Reilly en 2004 pour se
référer à une seconde génération dans l’histoire du web,
basée sur des communautés d’utilisateurs et une gamme spéciale
de services, comme les réseaux sociaux, les blogs, les wikis ou les
folksonomies, qui promeuvent la collaboration et l’échange
d’informations entre utilisateurs.
A
l’origine du concept se trouve le web 1.0, s’agissant de pages
statiques html qui n’étaient pas actualisées régulièrement. Le
succès des point com dépendait de webs plus dynamiques (parfois
dénommés web 1.5), qui offraient des pages html dynamiques créées
au vol à partir d’une base de données actualisée. Dans les deux
sens, l’esthétique visuelle et le fait d’obtenir des hits
(visites) étaient considérés comme des facteurs très importants.
Les
propulseurs de l’approche au web 2.0 croient que l’usage du web
est orienté vers l’interaction et les réseaux sociaux, pouvant
offrir un contenu qui exploite les effets des réseaux en créant ou
non des webs interactifs et visuels. Ainsi, les sites web 2.0
agissent plutôt comme des points de rencontre ou webs dépendants
des utilisateurs, que comme webs traditionnels.
[4]
Xavier Ribes, Web 2.0 : « El valor de los metadatos y de
la inteligencia colectiva», En Telos. Revista de Comunicación,
tecnología y sociedad, 73 (octobre-décembre 2007).
Dr.
Adolfo Vásquez Rocca
Articles
de cet auteur
-
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je
t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
-
Centre de formation pour le développement et la solidarité internationale.
2,
rue Renkin - 1030 Bruxelles
Antipodes
Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je
t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Traducción al francés en Antipodes, publicación trimestral de ITECO, Bruselas, Bélgica.
1 René
Girard (Avignon, 1923) : À plus de quatre-vingt-quatre ans, il
est considéré comme le plus grand anthropologue vivant, proche de
ce qu’était Lévi-Strauss. Remarquable par sa théorie de la
mimésis, qui a premièrement surgi pour analyser les œuvres
littéraires dans lesquelles se montrent les relations
interpersonnelles mimétiques. Par la suite, elle a été appliquée
à l’analyse de la violence dans les sociétés primitives qui
reposent sur le sacré ; et par extension, à la violence dans
les sociétés contemporaines.
2René
Girard (Avignon, 1923) : À plus de quatre-vingt-quatre ans, il
est considéré comme le plus grand anthropologue vivant, proche de
ce qu’était Lévi-Strauss. Remarquable par sa théorie de la
mimésis, qui a premièrement surgi pour analyser les œuvres
littéraires dans lesquelles se montrent les relations
interpersonnelles mimétiques. Par la suite, elle a été appliquée
à l’analyse de la violence dans les sociétés primitives qui
reposent sur le sacré ; et par extension, à la violence dans
les sociétés contemporaines.
3Le
terme web 2.0 a été utilisé par Tim O’Reilly en 2004 pour se
référer à une seconde génération dans l’histoire du web,
basée sur des communautés d’utilisateurs et une gamme spéciale
de services, comme les réseaux sociaux, les blogs, les wikis ou les
folksonomies, qui promeuvent la collaboration et l’échange
d’informations entre utilisateurs.
A l’origine du concept se trouve
le web 1.0, s’agissant de pages statiques html qui n’étaient
pas actualisées régulièrement. Le succès des point com dépendait
de webs plus dynamiques (parfois dénommés web 1.5), qui offraient
des pages html dynamiques créées au vol à partir d’une base de
données actualisée. Dans les deux sens, l’esthétique visuelle
et le fait d’obtenir des hits (visites) étaient considérés
comme des facteurs très importants.
Les propulseurs de l’approche au
web 2.0 croient que l’usage du web est orienté vers l’interaction
et les réseaux sociaux, pouvant offrir un contenu qui exploite les
effets des réseaux en créant ou non des webs interactifs et
visuels. Ainsi, les sites web 2.0 agissent plutôt comme des points
de rencontre ou webs dépendants des utilisateurs, que comme webs
traditionnels.
4Xavier
Ribes, Web 2.0 : « El valor de los metadatos y de la
inteligencia colectiva », En Telos. Revista de Comunicación,
tecnología y sociedad, 73 (octobre-décembre 2007).
Facebook : du mépris envers les masses à la « sagesse des foules »
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Centre de formation pour le développement et la solidarité internationale.
2, rue Renkin - 1030 Bruxelles
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Traducción al francés en Antipodes, publicación trimestral de ITECO, Bruselas, Bélgica.
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Centre de formation pour le développement et la solidarité internationale.
2, rue Renkin - 1030 Bruxelles
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Traducción al francés en Antipodes, publicación trimestral de ITECO, Bruselas, Bélgica.
Antipodes Les ONG sur le terrain des réseaux sociaux
Je t’invite, tu m’acceptes, (n° 202)
Normalmente
solemos favorecer la opinión de los expertos, pues consideramos que
sólo una persona con experiencia y conocimientos es capaz de emitir
juicios correctos en un área o materia en particular.
Sin
embargo, hay evidencias de que las decisiones tomadas colectivamente
por un grupo de personas suelen ser más atinadas que las decisiones
tomadas sobre la base del conocimiento de un experto.
1.-
Facebook como estado de “conciencia ambiental”.
Facebook
es un estado de “conciencia ambiental”, una enorme
manera de matar el tiempo (o perderlo, por supuesto), una maquinaria
de conexiones, que responde a la lógica de la hipertextualidad, del
hiperlink, de los motores de búsqueda esponsorizados y el posteo
compulsivo. Un
poderoso engranaje de la industria global que trafica
con bases de datos, estadísticas, rainting televisivos, y perfiles
psicologógicos, en un exhaustivo proceso de estratificación, que
apunta sus esfuerzos –como cualquier consultora– a que el mercado
se active y los negocios prosperen.
Aunque
el proyecto fue concebido por Mark Zuckerberg, la cara real detrás
de Facebook es Peter Thiel, inversor de capital de riesgo y filósofo
futurista. Es también un vigoroso activista del neoconservadurismo.
Se graduó en Filosofía en Stanford y es coautor del libro El mito
de la diversidad, un ataque minucioso al multiculturalismo y al
liberalismo.
El
mentor filosófico de Thiel es René Girard2,
de Stanford, quien propone la teoría de que el comportamiento humano
funciona por deseo mimético. Girard alega que la gente es
esencialmente borrega y se copia una a otra sin mucha reflexión. La
teoría parece ser correcta en los mundos virtuales de Thiel: el
objeto de deseo es irrelevante. Todo lo que se necesita saber es que
los seres humanos tienden a moverse en manadas. De ahí las burbujas
financieras. Y de ahí la enorme popularidad de Facebook.
Internet
es muy seductor para Thiel porque promete un tipo de libertad en las
relaciones humanas y en los negocios, libertad de las leyes de los
países. Internet abre un mundo de expansión del libre mercado y
laissez
faire.
A Thiel también le encantan los paraísos fiscales –como las Islas
Caimán– donde esta el 40% del dinero del mundo.
Ahora,
si se analiza bien la política de privacidad de Facebook es ambigua
o prácticamente no existe. Facebook parece más un régimen
totalitario virtual, ideológicamente motivado, con una población
que crece unos dos millones de personas por semana y que ya ha
superado los 65 millones. Thiel y sus socios han creado su propio
país. Un país de consumidores.
Facebook
ha devenido un experimento genial a la vez que 'maquinal', una
república virtual global, donde nuestras relaciones y amigos son
convertidos en bienes que se venden a las grandes marcas globales. En
Facebook nuestras vidas son un libro abierto, donde nuestros datos
son objeto de una transa bursátil.
2.-
La
desconcertante sabiduría de las multitudes o la
Teoría de los Enjambres.
A
comienzos del 2000 ya vivimos el desarrollo de las redes
descentralizadas versus el paradigma del control jerárquico. Ahora
el ciberespacio se ha hecho denso; se ha impuesto la “sabiduría de
las multitudes”3
y el “periodismo ciudadano” de los blogs. Esto podría alentar la
idea que la Web acabará convirtiéndose en un sistema nervioso
global, un cerebro en el que cada internauta constituye una neurona y
que acabará generando algún tipo de inteligencia colectiva que
produzca pensamientos e ideas por encima de las capacidades de cada
una de sus pequeñas partes. Este enfoque de la inteligencia recuerda
al descrito por Philip K. Dick4
SIVAINVI [Sistema de Vasta Inteligencia Viva] que, de algún modo, se
define como la suma de muchas inteligencias individuales,
subalternas, ocultas, fundidas en una sola, única y
¿despersonalizada? inteligencia colectiva; inteligencia que, pese a
todo, se define entre las redes de la telaraña —y fuera de ellas
también— como la nueva panacea del conocimiento. Cabría entonces
cuestionarse qué es, cómo funciona, por qué —como las sirenas—
atrae —y atrapa— a los navegantes entre los procelosos hilos de
la web5.
La
inteligencia colectiva —siempre dentro de contextos globalizados—
requiere, para su constitución, de la interactividad, del diálogo
al interior de la web. Diálogo que tiende a favorecer nuevos modelos
discursivos accesibles a todos, cuyas expresiones —siempre de
carácter público— se deslizan a través de las autopistas de la
información en busca de participaciones colaborativas en un espacio
mutante y deslocalizado conocido como la Web 2.0.
La
hiper-conectividad y el ciberespacio habremos de entenderla como una
realidad simulada, un “no-lugar”, que opera como una red de
tránsito de información, donde desarrollamos nuestras interacciones
comunicativas mediáticas, en el paroxismo de las nuevas redes
sociales, y el desarrollo de nuevas formas de ciber-subjetividad.
Donde vemos que conceptos como el de ciudadanía, intimidad y lugar
(no-lugar) se redefinen en este nuevo entorno de poderes
anónimos, imperios tecnofinancieros implacables e implosiones
sociales.
El
término Web 2.0 nació a mediados de 2004 y se popularizó a partir
de sus aplicaciones más representativas, Wikipedia, YouTube, Flickr,
WordPress, Blogger, MySpace, Facebook, OhMyNews, y de la sobreoferta
de cientos de herramientas intentando captar usuarios– generadores
de contenidos.
Según
O’Reilly6,
principal promotor de la noción de Web 2.0, los principios
constitutivos de ésta son siete: la World Wide Web como plataforma
de trabajo, el fortalecimiento de la inteligencia colectiva, la
gestión de las bases de datos como competencia básica, el fin del
ciclo de las actualizaciones de versiones del software, los modelos
de programación ligera junto a la búsqueda de la simplicidad, el
software no limitado a un solo dispositivo y las experiencias
enriquecedoras de los usuarios.
Así
se potencian los efectos de red conducidos por una "arquitectura
de participación"; innovación y desarrolladores
independientes; pequeños modelos de negocio capaces de sindicar
servicios y contenidos. Como Web 2.0 pueden entenderse entonces
"todas aquellas utilidades y servicios de Internet que se
sustentan en una base de datos, la cual puede ser modificada por los
usuarios del servicio, ya sea en su contenido (añadiendo, cambiando
o borrando información o asociando datos a la información
existente), bien en la forma de presentarlos, o en contenido y forma
simultáneamente."7-
Asumida
la revolución de los sistemas de publicación de contenidos como
weblogs y wikis, en la web 2.0 la atención se desplaza desde la
información hacía la metainformación. La cantidad de datos
generados empieza a ser de tal volumen que no sirven para nada si no
vienen acompañados de otros que les asignen jerarquía y
significado. La estrategía de dotar a los usuarios de instrumentos
para clasificar la información colectivamente se ha definido como
folksonomía, y su implementación más popular son los tags o
etiquetas. Si los blogs democratizaron la publicación de contenidos,
las folksonomías están democratizando la arquitectura de la
información. Los usuarios de Flickr, por ejemplo, no sólo comparten
sus fotografías a través del servicio, sino que al asignarles
múltiples etiquetas con las que asocian significado a las imágenes,
construyen una gran estructura semántica de imágenes que se puede
recorrer en todas las direcciones. En el servicio de “bookmarks”
social del.icio.us, los usuarios etiquetan con diferentes conceptos
los enlaces de interés que encuentran en la Red, generando así una
clasificación temática muy precisa del crecimiento diario de la
Web. La comunidad de del.icio.us está llevando a cabo el simulacro
más eficaz del viejo sueño de la Web Semántica, una Web que se
entienda a sí misma.
La
sabiduría
de las multitudes8
es otra forma para llamar a la entrada en escena de las masas –ahora
en el ciberespacio–. A este respecto James Surowiecki señala que
“los grupos funcionan mejor que las individualidades si y sólo si
se cumplen cuatro condiciones: diversidad de opiniones,
descentralización, independencia y mecanismos de agregación de la
multitud; bajo dichas circunstancias, cada individuo aporta y valora
una parte de la información para, junto al resto de los individuos,
alcanzar un veredicto colectivo”.9
Pese a ello, está aún por demostrarse que la inteligencia
colectiva promovida por los teóricos del enjambre —suma de muchas
inteligencias— sea más efectiva que las élites reducidas.
Surowiecki
inicia su argumento con una anécdota del científico británico
Francis Galton. En 1906, durante una feria ganadera, Galton se
propuso averiguar hasta qué punto podría un grupo de 787 personas
determinar el peso exacto de un buey. Cuando el peso del buey fue
revelado -543 kilogramos-, resultó que la estimación promedio de la
multitud había sido, asombrosamente 542,5 kilogramos.
En
su momento, el libro de Surowiecki se convirtió en un bestseller y
el concepto -la sabiduría de las multitudes ( The wisdom of crowds ,
en inglés)- se popularizó en el mundo corporativo. De hecho, la
operación de sitios como Yahoo, Google, MySpace y Netflix está
basada en esta suerte de colectivismo online
y recientemente Netflix, la empresa líder en alquiler de películas,
convocó a un certamen internacional apelando a la "sabiduría
de las multitudes" para perfeccionar su sistema de
recomendaciones.
Por
seductora que resulte la apuesta a la superior inteligencia de las
multitudes, no sería mala idea detenerse en la advertencia de
Charles MacKay10
en su famoso libro –Delirios
extraordinariamente populares y la locura de las multitudes–
donde
se
cuestiona ¿por qué individuos habitualmente sensatos e inteligentes
se convierten en masas idiotas cuando actúan colectivamente?
"La gente, es sabido, piensa en manadas; se verá que también
enloquece en manadas y sólo recobra la cordura lentamente, uno por
uno".11
Facebook
ha permitido la entrada en escena de las masas, aunque no fue el
primero en horizontalizar la red. Existen otras redes sociales en
Internet como HI5 y Myspace que partieron antes, o fenómenos
puntuales como Orkut que en Brasil e India es más popular que
Facebook. El fenómeno Facebook puede ser explicado por su
simplicidad, efectividad y oportunismo. Llegó en le momento preciso
ofreciendo lo adecuado para el usuario común y de manera fácil. Eso
es lo que lo ha hecho tener tanto éxito en nuestros países. La
gente abrumada con el mensaje elitista que afirmaba que la única
manera de participar en la web estaba en los blogs, es decir, en
escribir hoy ve en Facebook su oportunidad ya que se simplificó el
esquema con funciones prediseñadas. Facebook facilita la interacción
y la presencia telemática, sin embargo como tecnología de la
información cada vez se encuentra más relacionada con asuntos
“inútiles” o con la mera entretención más que con información
relevante.
Facebook
es una red dentro de la red que cada vez se hace más grande y
poderosa; las posibilidades de intercambio de información
posiblemente no tengan límites. Tampoco hay límite para las
aplicaciones añadidas al sistema: Guerras de vampiros, hombres lobo,
zombies, etc. Algunas tan “atractivas” que se tornan adictivas.
Hay
un flujo constante de información reclamando nuestra atención,
también, invitaciones que exigen una respuesta. Así casi sin
notarlo nuestra cuenta comienza a saturarse de estas aplicaciones que
vienen a ser una extensión del ocio que no permite distinguir las
invitaciones a aplicaciones verdaderamente útiles y relevantes.
1VÁSQUEZ
ROCCA, Adolfo, "Facebook;
del desprecio de las masas a la «sabiduría de las multitudes»",
En Revista Almiar – Nº 66 – 2012 – MARGEN CERO, Madrid,
http://www.margencero.com/almiar/facebook-desprecio-masas/
2René
Girard (Aviñón, 1923). A más de ochenta y cuatro años, René
Girard –considerado el más grande antropólogo viviente, cerca de
lo que fue Lévi-Straus. Notable por su teoría de la mímesis que
surgió en primera instancia para analizar obras literarias en las
que se muestran relaciones interpersonales miméticas.
Posteriormente fue aplicada al análisis de la violencia en las
sociedades primitivas que se fundamentan en lo sagrado; y por
extensión, a la violencia en las sociedades contemporáneas.
3
SUROWIECKI, James, “Wisdom of crowds” (La sabiduría de las
multitudes), Doubleday, 2004.
4Sivainvi
(1981). Famosa trilogía del autor de ciencia-ficción
estadounidense Philip K. Dick, caracterizado por introducir el
colectivismo [inteligencia colectiva, alucinaciones colectivas,
conciencia colectiva...] en la mayor parte de sus novelas.
5RIVERA,
Idalia – TOACHE, Mario, “La desconcertante sabiduría de las
multitudes: De la Teoría de los Enjambres a la Teoría de los
Borregos y otras cosas parecidas”, RECA, 4 (2012), UNAM.
6El
término Web 2.0 fue acuñado por Tim O'Reilly en 2004 para
referirse a una segunda generación en la historia de la Web basada
en comunidades de usuarios y una gama especial de servicios, como
las redes sociales, los blogs, los wikis o las folcsonomías, que
fomentan la colaboración y el intercambio ágil de información
entre los usuarios.
El concepto original del contexto,
llamado Web 1.0 era páginas estáticas HTML que no eran
actualizadas frecuentemente. El éxito de las punto-com dependía de
webs más dinámicas (a veces llamadas Web 1.5) donde los CMS
servían páginas HTML dinámicas creadas al vuelo desde una
actualizada base de datos. En ambos sentidos, el conseguir hits
(visitas) y la estética visual eran considerados como unos factores
muy importantes.
Los propulsores de la aproximación
a la Web 2.0 creen que el uso de la web está orientado a la
interacción y redes sociales, que pueden servir contenido que
explota los efectos de las redes creando o no webs interactivas y
visuales. Es decir, los sitios Web 2.0 actúan más como puntos de
encuentro, o webs dependientes de usuarios, que como webs
tradicionales.
7RIBES,
Xavier; Web 2.0: “El valor de los metadatos y de la inteligencia
colectiva”, En "Telos. Revista de Comunicación, Tecnología
y Sociedad", 73 (Octubre-Diciembre 2007)
9Ibid.
10MACKAY,
Charles ( 1841). Extraordinary
Popular Delusions and the Madness of Crowds,
New York: Harmony Books. MACKAY, Charles, Delirios
extraordinariamente populares y la locura de las multitudes,
Traducción, 1980
11MACKAY,
Charles ( 1841).
Extraordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds,
New York: Harmony Books. MACKAY, Charles, Delirios
extraordinariamente populares y la locura de las multitudes,
Traducción, 1980
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Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB – DUOC UC –– Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM. Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, © 2012Doctor en FilosofíaDirector de Revista Observaciones FilosóficasWeb: www.danoex.net/adolfovasquezrocca.html
Academia.edu: emui.academia.edu/AdolfoVasquezRocca
Eastern Mediterranean University
Linkedin: linkedin.com/pub/adolfo-vasquez-rocca/25/502/21a-
Adscripción Académica
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Universidad Andrés Bello UNAB
Universidad Complutense de MadridEscuela Matríztica
Eastern Mediterranean University - Academia.eduDoctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética.
Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB – DUOC UC.
En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México.
Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV.
Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Editor Asociado de Societarts, Revista de artes y humanidades, adscrita a la Universidad Autónoma de Baja California. –Miembro del Comité Editorial de International Journal of Safety and Security in Tourism and Hospitality, publicación científica de la Universidad de Palermo. –Miembro Titular del Consejo Editorial Internacional de Errancia, Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura –UNAM– Universidad Nacional Autónoma de México. –Miembro del Consejo Editorial de Revista “Campos en Ciencias Sociales”, Universidad Santo Tomás © , Bogotá, Colombia.
Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM. Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, © 2012. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor 2013 - 2014
-
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Facebook; del desprecio de las masas a la «sabiduría de las multitudes»", En Revista Almiar – Nº 66 – 2012 – MARGEN CERO, Madrid, http://www.margencero.com/almiar/facebook-desprecio-masas/
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VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Facebook; del desprecio de las masas a la «sabiduría de las multitudes»", En Revista Almiar – Nº 66 – 2012 – MARGEN CERO, Madrid, http://www.margencero.com/almiar/facebook-desprecio-masas/
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